miércoles, 17 de septiembre de 2008

Ayer por la tarde


Ayer por la tarde

circulando por las calles de la ciudad

aplasté sin querer

los restos de un perro muerto

que formaban

un rompecabezas de pelo, dientes y órganos

alfombrando el asfalto

me indigné

me entristecí

lancé una mentada de madre al cielo

hubiera querido

que esos pedazos de recuerdo terrenal

fueran de un sacerdote cualquiera

algún policía

o cualquier servidor público

quizá de algún fascista mexicano

Hoy por la mañana

mientras transitaba por una avenida equis

pude ver un perro atropellado

dos personas bajaron de su auto para auxiliarlo

sonreí

hubiera querido

que ese titubeante pasajero de Caronte

fuera un poeta

al borde del suicidio

3 comentarios:

Abril Albarrán dijo...

orales Xavii, este poema me gusta por el final que tiene. Al principio parace un poco sangriento pero conforme vas leyendo para acercarte al final ésta bueno. Me gusta más la segunda estrofa.

a. spazzino dijo...

Güey!, qué chido que te hayan servido las clases de poesía (lo digo porque a mí me sirvieron para pura madre). Pero espero que no subas sólo poesía. Un abrazo, y chido por la foto del perro (o era gato?) muerto del basusero donde filmamos, queda super bien.

Anónimo dijo...

Ni que decir del final, una verdadera vuelta radical a lo que se esperaba percibir en el poema, y la foto es un gran complemento para interpretar mejor la agonía que ha de sentirse el arrebatarle la vida a un ser que deambulaba por las calles,pero no como cualquier perro ignorante que se arrastra sin ningún camino.