martes, 21 de abril de 2009

En el mar de Vallarta



Huimos de la Ciudad de México con un despegue que fue un descenso a los infiernos.
En Vallarta el calor heló nuestra piel convirtiéndonos en esculturas congeladas sobre la playa. De mañana caminamos entre las calles vacías con lluvias de miradas, sintiendo que el cántaro de nuestro amor se podría llenar con el agua del Pacífico. Por la tarde nos fumamos una cajetilla de besos; interminables caladas inundaron nuestro interior. De noche bebimos pasión, la bailamos al ritmo de Laura León. Tú me preguntaste “¿Es verdad que la pasión es diurética?” No te respondí porque no sabía la respuesta. El exceso se ocupó de trasladar nuestros cuerpos a la arena de aquel mar, del mar de Puerto Vallarta. Dormía y una punzada en la cabeza me regresó a la realidad y me hizo conocer la respuesta. Tú aún dormías, te desperté y te dije: “Sí. La pasión y el amor son diuréticos, esta madrugada los he desechado entre orines (y vómito), mas queda la resaca, pero como buen borracho que soy, embriaguémonos de nuevo que aún nos quedan dos días de amor en la hielera”.

domingo, 19 de abril de 2009

Héctor Javier y David Galas

Héctor Javier y David Galas en Stereo, Puerto Vallarta el 27 de febrero del 2009.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Videoreven de la Transición

jueves, 4 de diciembre de 2008

Amigos fusionistas en Guadalajara

sábado, 8 de noviembre de 2008

Fragmento de -A la búsqueda de Mayra-



[...] Caminamos unas cuadras y observé un hotel descuidado, pregunté a Brian si lo conocía y dijo que no, que él nunca visitaba esa clase de hoteles. “No te preocupes por el lugar, todo va a ser muy rápido” le dije. Él asintió y entramos al hotel. Pagué la habitación y subimos dos pisos.
En el cuarto ordené a Brian que se quitara la ropa. “¿Tan rápido, papá?” “Sí”. Brian quedó sólo con una tanga color negro que escondía un enorme bulto “Hijo de puta” pensé “Tal vez por eso trabaja de stripper este adefesio”. Permanecí con mi ropa puesta y me senté en una silla de madera enfrente de la cama. Ordené a Brian que bailara “Pero no hay música, papi”. Encendí la televisión y busqué algo bailable, por suerte en el canal 2 transmitían un concierto de Margarita. “¡Yo no bailo eso!” “Anda, sólo será un minuto”. Brian comenzó a moverse y yo me senté de nuevo. Encendí un Camel.
- ¿Te suena el nombre de Mayra? – le pregunté.
- ¿Qué?
- Si conoces a alguna Mayra.
- Mayra… Mayra… Mayra… No, ni idea.
- De Puerto Vallarta, una travesti de peluca negra, piel blanca, facciones finas.
- No me gustan los travestis, papi.
- Iba muy seguido al bar Mañana.
- ¿Mañana? ¡Yo trabajé ahí! – dijo dejando de bailar.
- Sigue bailando, no te detengas.
- Creo conocer a ese puto que dices. Ese maricón quería conmigo, pero como puedes ver soy mucho para un pinche travesti. No sé cómo pensó que podía andar conmigo ¿A ti te gustan los travestis?
- Me encantan.
- Pues sí, hay algunas buenonas ¿No, papá? Pero Mayra estaba feo, yo me lo cogí una vez, ya ni apretaba el puto. Me lo cogí porque ya andaba muy pedo, pero el culero me robó mi celular. Era un ratero vestido de mujer ese cabrón. No le armé desmadre por el robo, pero sí por un desmadre que le contó a mi vieja, entonces ahí sí me la cobré… ¡Chale! No debería de contarte todo esto. No creo que te interese.
- Quítate la tanga – le ordené.
Brian obedeció y mostró un miembro enorme. Me incomodé pero le dije que se pusiera en cuatro. Yo comencé a quitarme la ropa.
- ¿Sabes en dónde está Mayra?
- No sé, papi. Tal vez esté muerto el puto. Todos los rateros como él deberían estarlo ¿No crees? – dijo antes de acomodarse sobre la cama.
- Entonces ¿No sabes?
- No ¡Y me vale madres!
Brian me dio la espalda mostrando su trasero rasurado y moreno que movía con ligereza. Tomé su tanga y con un solo movimiento la lancé sobre su cuello acomodándola entre la garganta y su mandíbula. El stripper comenzó a mover sus brazos en todas direcciones intentando zafarse pero no podía, todas mis fuerzas estaban en los extremos de la tanga y los años de barras y pesas aún no estaban tan afectados por mi enfermedad. Brian comenzó a gemir y esto sólo hizo que aumentara mi fuerza. “¡Hijo de puta! ¡Hijo de puta! ¡Sé lo que le hiciste a Mayra y por eso te vas a ir a chingar a tu puta madre en el infierno!” Brian sacó un último impulso de fuerza y logró hacerme a un lado, pero mis manos no soltaron la tanga y él seguía prendido a ella. Al notar que podía recuperarse, lancé un puñetazo a su garganta con todas las fuerzas que me quedaban. Los ojos de Brian, inundados en lágrimas se desvanecieron y su cuerpo moreno cayó sobre la cama. Suspiré pero la tos me atacó. Sentí las flemas ahogando mi garganta y las escupí sobre el pecho de Brian, luego volteé su cuerpo para cerciorarme que estaba muerto. Sus ojos permanecían en blanco y ya no respiraba. Me levanté y corrí al baño. Expulsé tres flemas y me miré en el espejo. Mis ojos lagrimeaban pero mi rostro delataba satisfacción. Encendí un cigarro aún con algunas flemas en la garganta y cateé el cadáver del stripper. En una de sus bolsas encontré una cartera con doscientos pesos, su credencial de elector y un volante del Monica´s. En la otra bolsa sólo tenía cigarros. Me quedé con las dos cosas. Subí el volumen al televisor, me vestí con rapidez y abrí la puerta a discreción. Miré hacia los lados y el pasillo del hotel estaba vacío. Salí del cuarto cerrando la puerta con sigilo. Bajé las escaleras y el empleado de la recepción me miró. “¡Hey! ¡Usted! ¡¿Y su acompañante?!” Salí corriendo del hotel pensando que el recepcionista había escuchado algo. Ya en la calle corrí y corrí, no sabía con exactitud hacia dónde. Mis piernas sólo se movían sintiéndose amenazadas por un enemigo invisible. [...]

domingo, 2 de noviembre de 2008

Fragmento de -La Carretera- (Novela en construcción)



(...)salí del departamento con la espalda aún impregnada de sudor. Decidí tomar la pequeña lancha “El ensueño” para dar un paseo por la bahía de Acapulco. Caminé sobre la arena disfrutando plasmar mis pies sobre ella. Hasta ahora me daba cuenta de lo mucho que gozaba hacerlo. A mi mente regresaban aquellas fotos en Veracruz o en Acapulco, en donde me veía de la mano de mi madre con la arena casi hasta los tobillos. Desaté la lancha y la lancé al mar. Hundí mi pie derecho en esa intersección entre el oceáno y la tierra en donde la arena se humedece y se fragiliza como el cuerpo enfermo ante la muerte.

lunes, 27 de octubre de 2008

Videopoema: Domingo Melancólico



Domingo Melancólico
Videopoema escrito y dirigido por Abril Albarrán
Cast: Héctor Javier
Voz: Deyani Valso
Productor: Pedro Hesiquio García
Diseño sonoro: Axel Andonaegui
Cámara: Paola Villaloredo
Vestuario: Mónica Trejo / Alejandra Rodríguez

Videopoema extraído del Libro-DVD "Ecos de la imagen" publicado por Generación Espontánea y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

viernes, 24 de octubre de 2008

Videopoema Basura



Basura
Videopoema dirigido por Aldo Rodríguez
Escrito por Deyani Valso
Cast: Paola Villaloredo
Voz: Héctor Javier
Productor: Pedro Hesiquio García

Videopoema extraído del Libro-DVD "Ecos de la imagen" publicado por Generación Espontánea y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

sábado, 11 de octubre de 2008

Los Ecos de la imagen


Una invitación a los diversos eventos del Colectivo Poesía de la Transición del cual varios amigos forman parte. Se presentará un libro-DVD con videopoemas en los que yo tuve una pequeña participación, particularmente en Domingo melancólico y el Poema Basura. Si ustedes son amantes de la poesía es una muy buena oportunidad de que escuchen a las nuevas "voces" (lugarsote común) de la labor poética mexicana.
En el cartel vienen fechas y lugares.

domingo, 5 de octubre de 2008

Poema de Deyani Valso en la espalda de Héctor Javier


Libro de piel poema de Deyani Valso escrito en mi cuerpo para un evento en la UACM plantel Del Valle.